NO MIRES ARRIBA (EE UU 2021)

Una Presidenta de USA alter ego de Donald Trump, un mundo que no hace caso a los científicos y un gurú de la tecnología que solo piensa en sacar el mayor rédito de las desgracias, estos son algunos de los principales mimbres de la película No mires arriba, de Adam McKay. Todo ello con reparto que lideran Leonardo DiCaprio y Jennifer Lawrence, pero que además tiene nombres populares para diferentes generaciones: Meryl Streep, Cate Blanchett, Timothée Chalamet, Ariana Grande, etc. Con este listado se cubren las edades de cualquier posible espectador en cines y en plataformas. Es un reparto para todas las edades, en los que caben también famosos que arrastren ante la pantalla a espectadores heterogéneos. La trama comienza cuando una doctoranda en Astronomía (J. Lawrence), descubre un cometa de nueve kilómetros de largo cuyo rumbo se dirige directamente hacia la Tierra. Junto con su profesor y mentor (L. DiCaprio), avisan a la NASA y la agencia espacial a su vez a la Presidenta (M. Streep), asustada en esos momentos por una amenaza política mayor: las elecciones de medio mandato que pueden cambiar las mayorías del Congreso y del Senado de su país. Solo quedan seis meses para salvar el planeta y no parece que los gobernantes se percaten de la urgencia. Pero es que además, los medios de comunicación no reaccionan ante esa pasividad gubernamental y tampoco salen bien parados así como el sector buenista: su acción más llamativa consiste en un macro-concierto que protagoniza la cantante Riley Bina (A. Grande).
No mires arriba es una comedia -¿drama?- satírico para toda la familia por su colección de estrellas para todas las edades, la inclusión de la conversación en redes sociales, su mofa a Trump... Eso sí, se ha llevado las críticas más negativas de este año que acaba de pasar. Pero no comprendo porque: ¿porque da palos a todos? Creo que no es tan mala. El ritmo es el adecuado, el característico de su director, la puesta en escena muy suficiente, etc., si bien creo que son muy prescindibles algunas de las escenas insertadas en los créditos finales. Por otra parte, la gran mayoría de actores están bien en sus papeles, excepto alguno un poco sobreactuado.
El director ha advertido que su objetivo fue mostrar la incapacidad de los políticos y de la sociedad actual de escuchar verdades científicas, verdad extrapolable al calentamiento global, así como la de los medios de comunicación para hacerse eco de ellas.
Esta película es del muy alabado Adam McKay. Entre sus películas, ya habló de las estafas que provocaron la salvaje crisis financiera del 2008 y de los listorros que se hicieron aún más ricos con ella en La gran apuesta (2015) y trazó el retrato del tenebroso y repugnante Vicepresidente Dick Cheney en El vicio del poder (2018), ambas bastante interesantes. Pero quizás es un director pretencioso, convencido de que es listísimo, al que no siempre se le pilla el punto.
Alfonso Esponera Cerdán, o.p.
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